Evitando los extremos

Debemos evitar los extremos en nuestros pensamientos y acciones.

Establecernos en esos extremos es un veneno mortal. Tan incorrecto es el buscar la sencillez y la sinceridad en la ropa humilde o en una vida que se vive en una casa miserable con unas cuantas cosas viejas y rotas, como también lo es aspirar a lo sofisticado, lo civilizado y lo próspero basándose en un estilo moderno de ropa cara y otros lujos.